Instalación cuyo único material son letras

Monday, December 25, 2006

Un suicidio

Para ser invierno la escena es bastante otoñal, el camino esta cubierto por hojas secas. Es la parte más alta de la colina en un valle que siempre ha querido ser un bosque, todo alrededor esta cubierto por árboles que descansan acostados sobre el agua de un lago que nunca ha estado ahí. Lo único humano de esta fotografía: una carretera de doble sentido que corta la imagen por la mitad, una casa bastante discreta con un techo de tres aguas y una pequeña banca que esta frente a la casa, del otro lado del camino. Sin justificación alguna; el acto de la escritura es una exposición del yo realizada para el ello.

Atemorizado por la modernidad un placer de personalidades múltiples decidió no mirar nunca más a los ojos a lo contemporáneo. El deseo cuando tiene el privilegio de la existencia, del cual no goza siempre, suele jugar domino con el tiempo, los domingos por la madrugada, en una cornisa de un rascacielos de la época de colonia.

En la pequeña banca esta sentado un cinescopio, mira a su al rededor y disfruta con el paisaje, siempre le han gustado los ambientes naturales. Han pasado ya varios días desde que intento suicidarse y aun sigue pensando qué pudo haber fallado, desde que tiene lo que el considera un “uso real de conciencia” el único deseo que ha ocupado su pensamiento es el de matarse en el acto con mayor cobertura mediática que le sea posible. Sus pies juguetean con las hojas secas que cubren el camino, mientras contempla el armónico bailoteo de estas en el suelo, su cabeza le manda todo el tiempo las imágenes desordenadas de aquel día: El momento en que bajaba de la limosina, la mulata de cuerpo escultural con quien charlaba mientras repetía mentalmente los últimos detalles de su plan, aquel elemento de seguridad con traje negro y un pequeño resorte transparente del odio al cuello que le cayo encima cuando se disponía a tirar del gatillo, la señora que sin razón alguna lo persigno y le beso en la boca por la mañana cuando salía de su apartamento. Esta historia de redacción extraña que por alguna razón continuas leyendo. De pronto me salgo del texto me paro a tu lado y tomo de tu memoria 45 de tus mas valiosos recuerdos, salgo por una ventana inventada por ti y observas como me desvanezco al tiempo que hay cosas de tu historia personal, que ahora entiendes menos, tal vez si pudieras recordar un poco mas…

Sobre la tramoya se pasea el director, excitado escribe sobre ningún papel el guión de una obra que estreno hace ya un par de años. La hamaca no ha parado de columpiar al mismo ritmo durante toda la mañana, Martín tuvo un gran día en el mar, dos pescadores decidieron volar hacia atrás y las gaviotas fumaban Cohiba mientras contaban sus ya muy escuchadas anécdotas de la cuarta guerra mundial. Mariella le ha preparado unas pechuguitas de ballena a Martín y este siempre encantado de la cocina de su amante, decide cantar para ella mientras la mira dar el ultimo sazón a su platillo, la brisa del mar los cubre y se van transformando en ella mientras comen y se comen, mientras cantan y se cantan, mientras beben y se beben, mientras los pescadores siguen tirando las redes, y las redes se hacen cómplices de los peces, y los peces se funden unos con otros para convertirse en luces, y las luces salen del mar para besarse con el viento, y el viento va jugando con las gaviotas que fuman y vuelan. Y un avión se detiene para que los pasajeros puedan bajar, a miles de pies de altura, a tomar un descanso y disfrutar del paisaje.

Los gritos, la gente corriendo, las luces de los flashes, los golpes que recibía en el cuerpo. El cinescopio levanta la vista de sus pies y mira frente a si; la casa que observa frente a el es bastante pequeña, no parece que pueda ser habitada por mas de una persona, tiene veinticinco ventanas y dieciocho puertas, en el ultimo de los vitrales se ve la silueta de una mujer que teje delicadamente una escenografía.

En las platicas de la cornisa siempre terminan hablando sobre erotismo, es un pacto implícito que las conclusiones son invitadas de mal gusto, pueden si lo desean llegar con acompañantes como lo han sido la reflexión o cómo olvidarlo; hace dos veranos unas interrogantes que venían de Francia y que terminaron llevándolos a una orgía de conceptos. Pero aunque no lo mencionan, parece que los dos están de acuerdo, en que el cúmulo de engaños de la humanidad, proviene del engaño primordial, que significa la dualidad conformada por el deseo y la otredad.

Ahora frente a esta casa que le había comprado en la época que mas dinero genero, a un corredor inmobiliario, que le había presentado su imaginación, el cinescopio entro en una profunda depresión, esta le comenzó cuando vio que la casa que le había costado prácticamente toda su fortuna, era extremadamente pequeña y con un exceso de accesos que podía hacerla blanco fácil de ladrones, después se dio cuenta de que nunca le habían entregado las llaves y eso colmo su paciencia. Cómo era posible se preguntaba, que la sociedad actual hubiese sido tan subordinada gracias a el y el no fuese capaz siquiera de ser una torpe metáfora mía con la capacidad de suicidarse, como protesta de la pasividad y la irreflexión en la que se ha sumergido a la conciencia.

La conciencia, el deseo, el engaño, sinfín de personajes de un director que resbala de una altísima tramoya y cae en la suavidad de su escenografía. Y un televisor que no tiene la culpa de que nadie entienda que no es transmisor, sino receptor del instinto de muerte de una sociedad que se odia a si misma. Y un televisor que es solo un cinescopio de una historia absurda, de una sociedad que se ama a si misma, que sublima. Y una sociedad de infinitas locuras. Y este que escribe que es buen amigo de la locura.

Friday, December 22, 2006

Tres Mujeres

Algunas polaridades se encuentran en una negociación para lograr un acuerdo de pacificación de la realidad. La realidad ha emprendido una guerra descarnada contra si misma. En una de las batallas el tiempo resulto ser todas las victimas, la mayoría de ellas murieron o tienen heridas de extrema gravedad.

Tentaciones musicales, burdeles intelectuales. Tres mujeres caminan por el borde de un puente, el futuro se fuma su penúltimo cigarrillo, le parece curioso que siempre que abre su cajetilla se encuentra con un penúltimo cigarrillo. Una de las mujeres cae del puente y se queda suspendida mirando perpleja el lago.

Hubo un minuto en el que al parecer no se escribió una sola palabra que perteneciese a algún poema. El cuestionamiento se encuentra en un parque, escucha el canto de las aves, se acomoda en la banca y mira el reloj que le regalo el pasado, mira pasar frente a el a dos niños que se ríen de si mismos. Se ha quedado pensativo durante un tiempo largo, mira sus manos y aunque sabe que carece de edad le parecen algo viejas, sin esperarlo, al momento de quitar la vista de si mismo y levantarla hacia el horizonte, se queda pasmado cuando la ve frente a el, no logra distinguirla claramente, no acierta si esta desnuda o vestida. Hace tanto que no la veía, ya en últimas fechas pensaba que era una vivencia de otro, algo que le habían relatado y que de tanto pensarlo creía haber vivido por si mismo, pero ahora se ha dado cuenta de que fue una experiencia propia. La estética se le aprecio de frente, como si nada se acerco a el y lo comenzó a besar como si fuesen enamorados habituales. La segunda mujer callo del puente y en su trayecto hacia el lago se dio cuenta de que no había lago ni puente y que ella no era mas que algunas letras producto de quien sabe que función de mi cerebro.

Un sonido constante, a tiempo preciso, armónico. Tres sonidos de registro grave que forman una estructura y que complementan al primero. Vueltas propuestas que anhelan que parten, Partidas que vuelven y sueñan que abren, opciones que ocurren, devienen proyectos terminan momentos. Se van sumando mis palabras para ir encontrando caminos que recorrer. En el textos saco a pasear mi discurso, sin necesidad de un rumbo fijo, simplemente vamos juntos a ver que encontramos. Mi discurso es un perro que se emociona cuando sabe que saldrá del tedio y podrá explorar lo que deseé sin necesidad de ser un sabueso. El instinto y la razón se encontraron hace varios siglos en una cantina que esta de moda en el centro. Lugar de intelectuales que van a fanfarronear de su creatividad. La razón y el instinto cansados de las fiestas decidieron recorrer rumbos alternativos y sin saberlo se encontraron. Los sonidos, el tequila, el bullicio. La razón y el instinto se miran fijamente, miles de palabras que se mezclan en el ambiente, el aire seducido por el humo de cigarros, la razón y el instinto se continúan mirando. Un mesero que los observa piensa que esta joven pareja terminara en algún hotel de la zona, siempre es así.

El cuarto tiene un foco que cuela de un alambre, hay una cama grande al centro de la habitación y las paredes cuentan demasiadas historias al mismo tiempo, se respira un olor a sudor, un ambiente de jadeos, aunque la luz es blanca el color que predomina es un ámbar casi sepia. Ella esta convencida, el esta decidido, ella lo ha meditado y sabe que lo desea, el se sigue a si mismo como hace siempre, casi no hay muebles en el cuarto, el vació es lo que predomina. La ventana se abra para dar paso a tres sonidos graves que entran y se recargan en la cama que esta frente a la pared, comienzan a seducirse entre ellos y contagian a la razón y el instinto que se van desnudando al tiempo que se continúan mirando fijamente, el cuerpo de ella, delgado y delicado, con un par de senos de tamaño mediano y un sexo estético que al instinto le provocan un calor desmesurado. El cuerpo de el correspondiente su característica animalidad la toma y la envuelve, la besa y la recorre. Los sonidos los miran devorarse el uno al otro, explotarse y regalarse, dejarse en el otro…

La tercera mujer cae del puente, después de algunos momentos cuando advierte que sigue en caída constante y que no pasa nada, el miedo se esfuma y comienza el asombro. ¿Cuanto tiempo puede alguien permanecer en caída libre sin empezar a cuestionarse lo absurdo de la imagen? Su caída se va transformando en todas las caídas, es un a hombre que se ha tirado de un edificio en una ciudad del año 29, es un ángel de bronce que mira como tiembla una ciudad y sigue cayendo, es un obrero que mira a un fotógrafo mientras cae y continua cayendo, es la revolución que cae en un acto publico. La mujer cae finalmente justo a los brazos de los tres sonidos y mira con asombro que estos ven a un ser que parece al mismo tiempo hombre y mujer. ¿Qué miran? Pregunta la mujer a los sonidos, -a ellos- contesta en silencio uno de los sonidos, -¿Quiénes ellos? En la cama solo hay una persona-. Ahí radica el engaño. El engaño viven en un cuarto de hotel del centro donde no se sabe si es un hermafrodita o una pareja formada por unos alcoholizados razón e instinto. ¿Y el centro de donde? de mi discurso, supongo…

Thursday, December 21, 2006

Ataúd

Suaves movimientos de destierros que se entrelazan con preguntas que se funden en alucinaciones. Suelo prestar atención a las conversaciones ajenas, y constantemente me encuentro a los mismos aburridos fantasmas en ellas. Fantasmas creados para asustar al ser del ser mismo. El tiempo secuestrado por la institución y separado de la existencia para ser solo un subordinado del capital.

Muchas brujas llamadas historias cuyos únicos hechizos consisten en dramas, a veces dramas desgarradores, a veces espesos, a veces ominosos, a veces indefinibles, a veces simplemente aburridos. El drama y la creación viven una relación sadomasoquista en la que la dialéctica resulta el arma preferida.

La carencia de sentido no es un problema, la consientizacíon de la misma se abre como una puerta para terminar con las puertas, para dejar las fronteras y para continuar el desarrollo de la creatividad del ser, en un campo abierto libre de limitaciones y olvidado de finalidades.

¿Y que es lo que yo busco? El gocé del desfondamiento del discurso, la lógica me parece formulario de burocracia filosófica. La frase: “queridos amigos, no hay amigos”. Y tengo amigos, pasión por el argumento y una muy preciada colección de contradicciones. En recorridos por el habla de los otros aparece el fantasma; la vacuidad, insípidas quejas u observaciones de lo inmediato, lo obvio, lo evidente, lo burdo. La metáfora no existe, solo se pregunta para saber como encontrar alguna calle, la dictadura de la estupidez ha triunfado. Fantasma (la estupidez) transformado en epidemia. Fantasma al servicio del gran capital. La estupidez: el fantasma que ronda el dinero. Y el dinero que los domina a casi todos…

Demasiada problemática política como para no disfrutar de ella, y demasiado patético que la disfrute cuando por ella el sufrimiento es una ola que cubre la mayor parte del mundo. Por que creo que todo termino esta desprovisto de si mismo, y vivo en y para la estética, que a su vez es solo un término. Una mas para mi colección.

Insisto: Recuerdo aquella discusión de años atrás: se debatía si la política tiene cabida en el arte. Ninguna de las dos cosas existe pero son lo más real que existe. Y es que es una barrera entre mis manos y las letras, o los sonidos según sea el caso; cada pequeño que veo en la calle, limpiando el vidrio de un ataúd de lujo e insultado por un fantasma culpable del hambre del niño.

Me estoy pelando conmigo para dejar en mi texto imágenes sociales. Pero es que olvidarlas me parece traicionar. Y vivo en la traición constante. Y también la disfruto aunque la odio. Yo soy el fantasma en el ataúd de lujo, yo soy el niño con hambre, Yo soy el violador que ultraja a esa inocente niña llamada política, Yo soy esa puta que es la política que abusa de su inexperto cliente.

La verdadera traición esta siempre desnuda en la cama con el silencio. Lo somete y hace de el un esclavo que no es. El silencio es la única victima real. Él que sin su presencia no habría música, él que de ser casi la totalidad es tratado como nada. El silencio, el más humillado y ultrajado de los conceptos. Cuando no se es conciente del silencio, en el habla se pierde el contenido, si no hay pausa, no hay tiempo y el habla desaparece para dar paso al aullido. Alaridos todos esclavos del fantasma.

En la metáfora no hay fantasma, en la metáfora esta el espíritu y aunque es imposible salir del espíritu, por tanto de la metáfora, cuando viene el fantasma, este aniquila el silencio. Y probablemente el fantasma no es más que producto del deseo, un deseo falto de espíritu, falto de silencio, falto de metáfora, un deseo de no desear. Una humanidad que se odia a si misma a pesar de que se ame tanto.

Por no dejar de lado la metáfora, por no quedarse sin caminar. Por reconciliarme a diario con el silencio. Por la musicalidad. Por no dejar de ver al niño y quedar deslumbrado con el ataúd. Por ver al niño a los ojos y no temer verse a si mismo. Por no dejar de saber la culpa del fantasma y no asustarse de verlo a veces en uno mismo también. Por la capacidad de callar, para que se valla el fantasma. Por el amor, que de la inexistencia en la que vivimos es la única existencia.

Wednesday, December 06, 2006

Este Texto...

Por causas frecuentes, deseos que van bailando muy alejados de los sujetos que les dan sentido. Infinitos laberintos de paredes pintadas por pintores cuyo espíritu subsiste a pesar del olvido crónico de la humanidad, red de caminos cuya meta es la salida y viceversa.

De inventar todos los mundos posibles, de pronto todos los autores de los libros que hay en este espacio decidieron salir de sus textos y quedarse fuera del papel que los contenía. Se han aglutinado sendos personajes a mí alrededor y ninguno parece poder hablar. La mayoría de ellos están muertos. Pero se ven tan vivos, parecen como niños. Simplemente me observan en este intento mío por plasmar[me] en este escrito.

Decidió correr lo mas rápido que le fuera posible, en el momento en que estuvo convencido despegó los pies del suelo y comenzó a alejarse poco a poco del piso. Miro desde el aire los techos de las casas y le llamo mucho la atención ver el parque en el que solía jugar cuando niño. La perspectiva transforma la existencia. Decidió no ser voraz y bajo de nueva cuenta, al fin le precio que podría repetir la hazaña, por principio sintió que había perdido sensibilidad en los pies, pero depuse se dio cuenta de que al tratar de dar un paso firme se estaba hundiendo y así se le fue todo el cuerpo por debajo del suelo. Comenzó a ver el pasado, las escenas cambiaban drásticamente, se vio recién nacido, el día que choco el auto de su abuelo, la noche que Mariana le dijo que iban a ser padres, aquella pelea en la que se asusto cuando creyó que había matado al tipo que había amenazado a su hijo con un cuchillo, el momento en que su cuerpo se deslizaba por una banda mecánica camino a un horno que lo incineraría, el domingo en que camino por horas sin rumbo alguno por que sentía como que había dejado de ser el, aquel viaje en el que se adentro en mar abierto y sintió que nada podía destruirlo, una tarde cualquiera cuando sentado en su ventana miraba como los autos pasaban y a el se le figuraban como ataúdes con ruedas que llevaban a muertos en lista de espera.

Dejo de correr, su cuerpo regreso a la superficie, el silencio era total, no se oía absolutamente nada, creyó que había ensordecido pero cuando miro con un poco mas de cuidado se percato de que no había nada que pudiese producir sonido, la calle estaba desértica y nada se movía, era como la escena en pausa de alguna película latina de bajo presupuesto. Ni siquiera el se movía y como no había ningún movimiento la historia se volvió tediosa.

Cambio, otra foto.

Cierra los ojos mientras continuas leyendo este texto, pero no dejes de leer, yo se que tu sabes como lograr eso, si no, no hubiera escrito este texto para ti, no me gusta escribir para los imbeciles (aunque yo sea uno). Ahora que tu mente esta en ese tono oscuro que aparece cada que se cierran tus parpados, abres los ojos, miras al suelo, observas tus pies, el suelo te resulta extraño por que no puedes distinguir si es arena o tierra de un bosque lluvioso, sabes que esa duda es absurda pues son cosas que no son similares, sin embargo así es la situación. Hay varias sensaciones que te rodean, ninguna de ellas la estas propiamente experimentando, pero las percibes: soledad, excitación, ansiedad, alegría, coraje, valor, etc. Te aburren y las quitas de un golpe, das unos pasos y observas un horizonte que se ve confuso, hay mucha luz a tu alrededor, la escenografía se comporta sigilosa, se ven unas casas en el fondo pero no hay camino que lleve hacia ellas, a tu lada hay una ventana, detrás de ti esta un pequeño desierto rodeado por centros comerciales, que desaparecen en cuanto los miras, para dejar solo cenizas que se convierten en columnas que sostienen el escenario. Escoges la butaca que mas te gusta. Te paras en ella mientras el demás público te reclama y sin razón alguna gritas lo mas fuerte que te es posible, un grito profundo, desde lo mas adentro de ti ¿hace cuanto que no gritas con toda tu fuerza? Miras hacia arriba y observas cientos de pájaros que están estáticos sobre ti, con una estaticidad solo similar a la de los colibríes.

Estridentes alusiones al espíritu.
Filosofía endeudada con la locura.
Magnetismo universal preso en la teoría quántica.

La inquietud en un acto de corrupción ha pactado venderle su alma al absurdo. El absurdo ha decidido apoderarse del mundo, pondrá una bomba en el centro de la tierra y la detonara en cuanto el primer imbecil afirme que existe la inteligencia. Perdón pero esta noticia llega un poco tarde, de haberse alguien tomado la molestia de informarle esto a aquel imbecil, no estaríamos metidos en todo este embrollo en el que creemos estar metidos en la contemporaneidad.

Y nos cagamos de risa de la política mundial, aunque a decir verdad me tiene profundamente preocupado, sobre todo por los niños aunque ahora muchos de esos niños sean adultos y el juego desencadeno en perverso.

Las guerras, el hambre, la tiránica distribución de la riqueza, estorban tanto en este distraído intento por olvidarse de toda lógica posible. Por eso este espacio del texto. Solo en el texto la utopía tiene tiempo de fumar y tomar coñac, disfrutar el amanecer y leer todo el día esperando que llegue la tarde, para ver al sol desvanecer de nueva cuenta.

Por que la política es de este gran putero en el que todos tenemos lugar, la más sucia, sensual y seductora de todas las putas, la más perversa, la más voraz, la mas deseada, la más golpeada y la que ha escuchado los halagos que ninguna noble (que también esas son putas) ha tenido nunca ocasión de escuchar. Hasta la muerte es uno de sus clientes más asiduos. La política, esa puta que golpea salvajemente a sus millones de padrotes. La política, la más culta de todas las putas, la única capaz de hablar de filosofía después de sudar su propia sangre y por horas aparentar que entiende de qué habla, cuando en realidad no tiene idea, es solo la actriz perfecta. La Política, una puta bastante perversa, una puta bastante placentera.

Este texto largo, aunque infinitamente corto, que no habla de nada, y que tiene muchas palabras, este texto largo que solo habla de lo que tu quieras que hable, este texto largo que no es la pretensión que suelen ser los textos, este texto largo, este texto pretencioso, este texto inútil, este texto sensible, este texto empapado de caminos separados entre si, este texto que se desase cuando se analiza, este texto que adoraría ser analizado, este texto que aborrece que quieran penetrar su intimidad, este texto que no oculta nada, este texto que se entrega, este texto que se vende, este texto que se honraría de ser plagiado, este texto que ya no es mío, que nunca será tuyo y que por supuesto no es de si mismo, este texto que no existe, que esta vació y lleno de tanto de mi, este texto que es una puta, este texto que es un hombre que vuela, este texto que es una contradictoria narrativa en segunda persona, este texto que goza con el absurdo, este texto que sufrió remordimientos de conciencia, este texto que no supo guardar secretos de burdel, este texto que se hundió, este texto que náufraga, este texto que ama.
Este texto que Muere…

Wednesday, November 08, 2006

Párrafo siguiente

Creaciones, transformaciones, dificultades, resistencias del yo. Superlativa existencia del yo. Justificaciones simbólicas del acto. El enamoramiento del acto, la introducción del acto al laberinto.

La complejidad del argumento del absurdo del placer de vivir. El éxtasis de la capacidad de contemplar. Contemplaciones visuales, auditivas.

Erotismo que canta, que se transforma en luz. El goce, la perdida.

Identidades opuestas, contradictorias, que caminan una en dirección a la otra, que sienten el viento, que perciben espectros, que se burlan de si mismas. Las identidades opuestas, después de un infinito caminar se encuentran en un instante, la una frente a la otra, se seducen, se aniquilan. De pronto, al darse cuenta de su irrealidad, de su inexistencia, en principio se enfurecen. Las identidades opuestas deciden aliarse, se unen contra mi, su creador, su destructor. Y yo, sin misericordia, paso al párrafo siguiente.

Me voy matando conforme voy viviendo. Y la frase me suena un poco exagerada, pero decido no borrarla. ¿Por que ocultar que solo soy un loco al que no le gusta fingir que no es loco? No me da miedo mentir, en el fondo siempre todo es verdad. Qué será esa energía que de cuando en vez, me pone aquí, a pelearme contra mí, a tratar de quitarle el disfraz a mi discurso y saltar al abismo del texto.

¿Qué dirá este texto entre líneas? Entre líneas esta un yo que siempre estará oculto para mí. Y la intención es que ese yo que no conozco, o que por lo menos no puedo nombrar, sea el protagonista (como siempre lo es) de este cuento que no tiene forma de cuento, de esta novela de pocas palabras, de esta teoría tan peleada con la academia, de esta forma tan suelta, de este placer que me es un misterio. Te regalo este texto, es para ti, te regalo todos mis textos, son para mí, son tuyos.

Una vez que se comienza el texto, no debería de terminar nunca, una vez que comienza un beso no debería nunca de parar, la ubicuidad potenciaría el enamoramiento. ¿Y por que no? Al tiempo que llegaron estas ideas, decidí hacerlo; Salí del cuarto, busque algo que me sirviese como arma, fui decidió en su busca y cuando por fin encontré su guarida, entre sigilosamente, me pare frente a el y lo mate amorosamente, clave mi arma en lo mas profundo del tiempo y sentí poco a poco su agonía. Llego el punto en que de pronto comencé a vivir de nuevo todos los besos, mientras al unísono me encontraba escribiendo infinitamente todos los textos que alguna vez comencé, me convertí en millones de yo que hacían infinitamente todo lo que en algún punto empecé a hacer. Era casi como transformarse en un Aleph Borgiano, lastima que el tiempo torció mi mano y burlándose de mis pretensiones me obligo nuevamente a cambiar de párrafo.

Sin embargo hay una parte de mi locura que esta convencida de que a lo largo de mi vida le he dado esa pelea al tiempo y aun sigo viviendo cada beso que comencé.

El día que me encuentre a la muerte tratare de todas las formas de corromperla. He de vivir cien años para ensayar aunque sea ese poco tiempo mis habilidades persuasivas a ver si logro el día que llegue convencerla de que quede a vivir conmigo, que deje de un lado la muerte su instinto de muerte y que vivamos un romance, yo le doy todo el amor y ella a cambio solo se enamora. Mientras tanto y al tanto del disparate que estoy diciendo vivo la vida lo mas que me es posible, y ando buscando todos los días mas herramientas para vivirla cada vez mas.

Tuesday, October 03, 2006

Resonancia

Es una lucha para entrar en lo más intimo de tu historia, por lograr que aquellas imágenes que guardas como pilares de la seguridad que tienes de tu existencia, tengan algún eco con los símbolos que convertidos en palabras hablan de mi propia historia.

Dos desconocidos, aunque seamos amigos de toda la vida, aunque seamos amantes, aunque seamos dos fragmentos minerales que juegan a ser el universo entero, fragmentos que bailan al borde de un hoyo negro.

De escuchar y contemplar, saborear y acariciar. Ella lo seduce, lo invita, lo atrae, lo hipnotiza; El refleja para ella el universo, le canta con silencio, la encanta con deseo. La mirada y el oído en el Eros se han perdido.

La muerte siempre presente, aunque la que ha mi me es compañía no es sino una elegante y relajada mujer que se acepta como es, de una personalidad que de inexistente ha sabido quererse a si misma. Una muerte que no tiene celos de su opuesta, sino que siente por ella respeto. La muerte guarda la belleza de ser la gran puta de la vida. Una puta feliz, una puta sin prejuicios, una puta que no existe. Una puta capaz de amar. La puta muerte que yo suelo ver, es una puta capaz de amar la vida.

La totalidad que me enmarca, todo lo que no es, que es el universo, todos los trazos del lienzo que decidieron no existir y que son los que al unirse con el silencio, crean el erotismo en el arte. El arte [indefinible] que no es mas que música y pintura, no es mas que todo lo que quepa entre la sonoridad y lo visual, pero sobre todo, la presencia, ósea los trazos que vemos y los sonidos que escuchamos son la vasija de Heidegger, hay que recordar que lo importante es el vacío que provoca la vasija, ese es el arte, el vacío.

Aquí recorriendo mi inconsciente, aquí en regreso del espíritu, aquí con mis letras, aquí creyendo que creo, aquí construyendo para que un argelino-francés que no esta más y que para mí esta igual que siempre, sin hacerlo dejo instrucciones para deconstruir mi discurso y para deconstruir el suyo. A tal punto que la equivalencia no es que haya sido alcanzada sino que siempre ha estado frente a nosotros y nunca la hemos querido ver, incluso ahora que ya tantos nos han hablado de ella.

El tiempo esta aquí queriendo conversar sobre sus conflictos, el espacio se ha quedado en la selva y esta con los ojos cerrados tratando de descifrar los sonidos que una naturaleza amenazada emite. De espaldas salta del barco y cae en un océano que quedo seco hace mil años.

Toda la tinta que ha sido usada para todos los libros, las partituras que existen en ese mundo platónico de las ideas que no existe. Esta existencia siempre atormentada por el conflicto de su existencia. Este tiempo irónico y burlón que nos hace viejos y nos crea ilusiones. Esta casa de los espejos, en donde la filosofía se construyo una fuente, en donde se empapa de mentiras, mentiras que saben a verdad, verdades que cambian todo el tiempo de color, colores que emiten sonidos, sonidos que erizan la piel, la piel que no para de acariciar la existencia.

Y es que si este delirante discurso que busca no desprenderse de esa cualidad, pues cree que en ella reside su valor, no logra resonancia, entonces no hay música, entonces no existo. La por que la música es movimiento y si mi discurso no mueve entonces no es. Es silencio es solo posible en la diferencia con el sonido. Afortunadamente el tiempo no existe y por esa razón la resonancia es inevitable. Este discurso tiene ya resonancia pues es producto del espíritu. Absurdo seria creer que es un documento. Toda metáfora es la metáfora de una metáfora. Toda palabra es metáfora, incluso la que afirma lo contrario.

Que viva la filosofía.

Que muera la filosofía.

Que viva la estética.

Que me seduzca la estética

Y que muera la estética.

...De que no sean objetos

De las cualidades que mas le aprecio a las palabras, es el hecho de que no sean objetos, por eso nunca he creído en la posibilidad de la objetividad en el discurso. Todos estos instantes que conforman todas nuestras vidas, las de todos nosotros, la de la grandeza del mundo.

Sociedades, literatura, el reloj en mi muñeca, la escasez de palabras cuando han de ser arrojadas al abismo de la escritura. Todos estos códigos que cifran mi existencia.

Miles de posibles interpretaciones, trato de empapar en silencios estas letras que van corriendo por entre luces que se transforman en ideas, ideas que son amantes del sentido, pero que no son exclusivas de nadie.

La indiferencia del universo hacia el destino de un tiempo, que se sueña todo pero que es nada. La nada ¿si no hay nada entonces para que continuar en esto? Que burdo seria que tuviese que haber un sentido para que tenga sentido esto que sucede, que me sucede, que nos sucede. El sentido quedo abandonado en un desierto cuya arena es nuestra historia, a veces formada en montículo, a veces movediza y tramposa.

Arena que seduce los recuerdos, que se guardan en barriles de maderas añejadas por olvidos y momentos congelados en fantasmas que no aguardan.

Mis manos y sus distintas personalidades, las distintas etapas de las formas que han estado los últimos años visitando mi mirada.

De pronto los objetos fueron desapareciendo y llego un punto en el que todos nos habíamos quedado desnudos, incluso el objeto de nuestra desnudes quedo sin sentido, pues al no haber objetos, la subjetividad entro por fin al trono y todo prescindió de todo y nos vimos los unos a los otros, fuimos capaces de escucharnos y de dialogar, la risa fue desvaneciendo la escena que se repite eternamente durante un segundo, en algún momento de alguna madrugada extraviada en una biblioteca, que de libros solo contiene leyendas y de leyendas solo contiene sabores y el olor de sentimientos de quienes pretendieron decir algo, aun cuando eso es imposible…

Monday, September 04, 2006

La música omnipresente

La plenitud, la felicidad que provoca estar vivo. Y es que sí, fácilmente caigo en provocación. Como esta provocación espontánea, siendo las cuatro con cinco de la mañana, me he decidido por una provocación, a presionar el teclado, como en las imágenes que he visto de Pollock pintando, a aventar la pintura (o el espíritu) al lienzo. En este caso la pintura es la palabra y el lienzo los ojos.

La música omnipresente. Cada sonido es una nota en el pentagrama de la existencia. Los sonidos son la vida, los silencios son la muerte, tan hermosos los unos como los otros. La música sin silencio no es posible. Lo interesante es escuchar el silencio. Así como el sentido del Psicoanálisis es darse cuenta de la muerte. La palabra Psicoanálisis suena técnica, pero es lo que es. Solo desde el análisis de lo que no es, es que podemos darnos cuenta de ese vació que nos acompaña como instinto.

La muerte y la vida. Dos extremos separados por qué, acaso por cien o menos años de presencia del cuerpo. La verdad es que las dos son mentiras, no existe ni la vida ni la muerte, ambas son facetas de la transformación constante en que se encuentra la materia. ¿Pero y la conciencia? ¿Y la diferencia? Eso que hace que mis textos al igual que mi rostro sean algo único en el universo. Tal vez ahí esta el engaño; en pensar que mi rostro y mis textos son algo único en el universo.

El placer de la palabra, el placer que me da cada que decido que termine un texto, como si eso fuese posible, como si un texto pudiese terminar, como si fuera posible dejar una idea plasmada. Es ego, es goce, es creatividad, es sublimación, es autocomplacencia, es reivindicación, es erotismo, es el asesinato de la inexistencia de lo que ahora son estos resabios de lo que yo fui.

Es la repetición, es de nuevo recrear el entrar en otro cuerpo, no mediante la calida experiencia de la desnudes y la humedad en la que introducimos lo que somos en el otro. Esto es palabra, es placer con el otro. Cuando mato el texto con el punto final, incluso yo me convierto en el otro.

Mis manos golpeando la piel y la madera, en Eros el animal y el árbol, la fusión de vidas, la convergencia de instantes. El ritmo, la cadencia, la mirada de una mujer, que es todas las mujeres. El anuncio de mi muerte, todo plazo se cumple, y mis ojos y mi boca y mis manos, saben que el anuncio esta dado y que el plazo es lejano, aunque duerme a mi lado. Mis manos saben moverse, caminan sobre estas letras y bailan libremente sobre las cuerdas, mi cuerpo sabe de música.

El reloj, la mirada, percusiones, guitarras, libros, pinturas. Un espejo a mis espaldas. Sentadas en un café frente al símbolo falico de la historia y la propiedad convertida en nación, están dialogando como dos grandes amigas la Locura y la Política. Conversan sin pronunciar palabra pero escuchan atentamente lo que se dicen una a la otra. Son casi susurros, se miran fijamente y les da un poco de miedo el saber en la forma de mirar, que tienen un fuerte deseo escondido la una a la otra. Terminan emborrachándose y haciendo el amor en un cuarto de hotel de paso. Todos deseamos que ningún paparazzo las haya visto, ojala que el mundo no nos enteremos que son amantes.

Mis manos golpeando la piel y la madera, en este momento mi discurso se duerme y se queda escribiendo mi incongruencia. Mi absurdo siempre esta a la espera de su turno para demostrar que el también es un gran artista. Pobre, no sabe que yo no soy eso. O tal vez si y el que no lo sabe soy yo, como si yo fuera yo, y no todos los yo que son yo. Y es tan placentero ser yo.

Soy el mismo niño que juega, afortunadamente he podido seguir inventando mi propio juego, me avente del abismo y aquí sigo flotando en el, pues en el siempre estuve. Al igual que tu. ¿O tu eres de lo que cree que no estamos en el abismo?

Tuesday, July 25, 2006

Guardar los ojos

Los muros son de todos los colores al unísono. Razonamiento, el inconsciente y el cielo. En la gran estructura, la esencia, el alcohol y la animalidad. El sonido viene azul. El sonido viene rojo. El sonido viene sin color. El sonido llega, se va y se queda. El avión muestra el tren de aterrizaje. El sonido se escurre por la piel.

Hay que guardar los ojos. Es imposible cerrar los oídos. La erótica de la feminidad. Ritmo, labios, impresiones de gran formato, saliva digital. La negatividad de mi discurso esta bailando entre fibra óptica. Los muros se confunden, se sienten nubes y se alejan. Las nubes distraídas, miran al avión utilizar su tren, y deseando poder tomar café, se quedan pensando en lo mortal.

Reuniones. Los que caminan por las calles, llevan paseando a su alrededor infinidad de fantasmas. Los fantasmas del otro se saludan con los míos. Entre fantasmas se ríen, se gritan, se besan. La diplomacia se quedo en la corporalidad y los fantasmas viven en la sinceridad de lo que no es. Los fantasmas miran a las nubes, que miran a los seres, que miran los trenes que están en los aviones. Los fantasmas no existen y se ven pesados al caminar. Hoy que paseaba con el perro, atravesaba las calles, miraba a las personas, como las personas no saben que el habla no existe, hacen como que hablan, así como yo, que hago como que escribo. De pronto tropecé con el fantasma de otro, pero no me di cuenta hasta ahora. El perro no ve a los fantasmas, pero le gusta jugar con ellos. Flotando en aromas, sin la incomodidad de tener que pensar, dejo Salir su instinto frente a un café repleto de…

Caminar por las calles, masajear mis parpados en espera de que sin los ojos, pueda ver la siguiente línea de este texto. Las pretensiones de mi escritura, los alcances alucinatorios de mi ego, las pretensiones de mi cordura y los alcances realistas de mi locura.

El museo Picasso en Paris, la prostituta solitaria en el frió de Praga, El guitarrista que toco durante novecientas horas en una calle de Ámsterdam y no consiguió mas que un trozo de moneda. El hombre a caballo en periférico, amigos que guardan el equilibrio en dos ruedas. Un televisor que decidió suicidarse, un cigarro atormentado por la existencia. Abril lloro cuando despertó y el dinosaurio ya no estaba ahí.

La erótica de la feminidad. Mujer que me lee, que sabe su cuerpo. ¿Cómo pueden ser leídas estas letras que no existen? Cantos que bailan en los labios, labios que sueñan con orgasmos, orgasmos planeando dar un golpe de estado, he estado a punto de fugarme. Y yo soy el diablo que no es el diablo y no hay a donde fugarse ni contra que revelarse.

La prostituta solitaria en el frió de Praga, aquel hombre en cuba, que me habló de la muerte, que la sabia pues mas de una vez bailo con ella. El silencio mirando fijamente a la música. Los pensamientos que te rondan mientras me lees, lo que viviste ayer, lo que pensabas por la mañana, lo que pensaras cuando veas a la muerte. Aquella mujer en el frió de Praga que no conociste, la tonalidad de la voz de tu madre, la forma de mirar de tu mujer o la forma de tocar de tu hombre. El peor día de tu vida, cuando mas feliz has estado, tu historia.

El guitarrista que toco durante novecientas horas en una calle de Ámsterdam. Barcos convertidos en lagos, convertidos en calles. La filosofía hecha política; en Ámsterdam las prostitutas no tienen frió. Y recuerdo al pobre gringo que estaba asustado con esa ciudad, quería convencerme de dios. Quería convencerme del mal. Pero cuando no se esta en batalla no hay vencimiento, no hay convencimiento, además, dios no existe y existe al mismo tiempo.

El hombre a caballo en periférico. La fotografía con movimiento, hacerle trampa a la vida, al fin que es imposible pues las reglas no existen. Por eso las instituciones, para que las sigan. La velocidad, la agilidad y la capacidad de permanecer en completo silencio, al tiempo que se hace un gran escándalo.

Hay que guardar los ojos, tenemos una herramienta específica para lograrlo. Todo lo que es, es lenguaje, los parpados son amantes de la realidad, esa sensual mujer que nadie sabe donde encontrar pero que con ellos se suele besar.

Thursday, July 20, 2006

De lo que va fluyendo

Con el discurso aparte y sin ganas de oprimir las teclas tengo guardadas las emociones, se me escapan por entre los dedos y mi cuerpo cansado, recuerda tu cuerpo tu llanto y tu música en medio de la armonía física. Una gran batalla entre lo tangible y la temporalidad se desarrolla entre el espejismo de mi vida que suele ser mas real que los dragones en las hojas de los árboles.

Tu ausencia se torna espesa y turbia, mientras tus risas me hacen bailar la mente, entre el no estas y el aquí seguirás, entre el tiempo como un termino mas y como apremiante empírica tormenta de realidad. Besos, humo, metáforas, futuros, tu mirada que es abierta y que es sincera, tu boca que me cuenta la fotografía de tu alma, tu desnudes que cubre la mía y nos transformamos en nosotros, pluralizamos el ser.

En simples palabras que adquieren sentido en el contexto, dos cuerpos que no se materializan sino que se dejan sentir, discernir, mentir y construir, pensar y crear, besar y bailar, con ideas y por sueños, entre imágenes de todo, entre abstractos y carisias, entre chocolate y el cobertor rojo. El amor en colores primarios.

Todas las contradicciones de mi vida; que la colección mas que amplia es amena, son juguetonas y curiosas, mis contradicciones escapan a la institucionalización de mi mismo, se asoman por debajo de todas las verdades y muerden con gracia los pilares de mis de por si pocas conclusiones, o de candidatas a conclusiones.

Mi historia y las columnas que me sostienen, con pilotos hidráulicos esta afianzada la edificación de mi yo. Para que cuando vengan los temblores o incluso los terremotos, del yo soy, pueda no derrumbarme sino vibrar en concordancia.

El espíritu no entiende la propiedad privada y sin embargo o tal vez con embargo, la creo. El bien y el mal están muy serios mirándose el uno al otro, sentados de frente, dentro de un vaso de agua que esta justo a la mitad, se observan y se analizan inútilmente, tiene un rencor el uno con el otro y los dos se acreditan la causalidad de la emergencia de la costilla de Adán. Pobres, todos sus conflictos se resolverían si se dieran cuenta de que no existen, pero no pueden, por que su ego es demasiado y no les permite la humildad de la eutanasia en la lingüística del metalenguaje, no se pueden regalar el placer de hacer el amor como lo hacen los conceptos. ¿Y como hacen el amor los conceptos? Muy sencillo, en primera no hay que olvidar que los verdaderos conceptos, son asexuados, y para que hagan el amor los dos deben entenderlo, en el sexo conceptual no hay dominante y no hay dominado, no hay pasivo y no hay activo, para que el acto pueda llevarse acabo deben de coexistir los conceptos, sin ningún otro concepto, sino en estado puro, deben de estar completamente desnudos. Una vez logrado esto lo demás es muy sencillo: simplemente como cualquiera de nosotros se seducen, se exploran el uno al otro, se gozan y cuando alcanzan el orgasmo desaparecen.

Sin Ella

Con el discurso aparte y sin ganas de oprimir las teclas tengo guardadas las emociones, se me escapan por entre los dedos y mi cuerpo cansado, recuerda tu cuerpo tu llanto y tu música en medio de la armonía física. Una gran batalla entre lo tangible y la temporalidad se desarrolla entre el espejismo de mi vida que suele ser mas real que los dragones en las hojas de los árboles.

Tu ausencia se torna espesa y turbia, mientras tus risas me hacen bailar la mente, entre el no estas y el aquí seguirás, entre el tiempo como un termino mas y como apremiante empírica tormenta de realidad. Besos, humo, metáforas, futuros, tu mirada que es abierta y que es sincera, tu boca que me cuenta la fotografía de tu alma, tu desnudes que cubre la mía y nos transformamos en nosotros, pluralizamos el ser.

En simples palabras que adquieren sentido en el contexto, dos cuerpos que no se materializan sino que se dejan sentir, discernir, mentir y construir, pensar y crear, besar y bailar, con ideas y por sueños, entre imágenes de todo, entre abstractos y carisias, entre chocolate y el cobertor rojo. El amor en colores primarios.

Todas las contradicciones de mi vida; que la colección mas que amplia es amena, son juguetonas y curiosas, mis contradicciones escapan a la institucionalización de mi mismo, se asoman por debajo de todas las verdades y muerden con gracia los pilares de mis de por si pocas conclusiones, o de candidatas a conclusiones.

Mi historia y las columnas que me sostienen, con pilotos hidráulicos esta afianzada la edificación de mi yo. Para que cuando vengan los temblores o incluso los terremotos, del yo soy, pueda no derrumbarme sino vibrar en concordancia.

El espíritu no entiende la propiedad privada y sin embargo o tal vez con embargo, la creo. El bien y el mal están muy serios mirándose el uno al otro, sentados de frente, dentro de un vaso de agua que esta justo a la mitad, se observan y se analizan inútilmente, tiene un rencor el uno con el otro y los dos se acreditan la causalidad de la emergencia de la costilla de Adán. Pobres, todos sus conflictos se resolverían si se dieran cuenta de que no existen, pero no pueden, por que su ego es demasiado y no les permite la humildad de la eutanasia en la lingüística del metalenguaje, no se pueden regalar el placer de hacer el amor como lo hacen los conceptos. ¿Y como hacen el amor los conceptos? Muy sencillo, en primera no hay que olvidar que los verdaderos conceptos, son asexuados, y para que hagan el amor los dos deben entenderlo, en el sexo conceptual no hay dominante y no hay dominado, no hay pasivo y no hay activo, para que el acto pueda llevarse acabo deben de coexistir los conceptos, sin ningún otro concepto, sino en estado puro, deben de estar completamente desnudos. Una vez logrado esto lo demás es muy sencillo: simplemente como cualquiera de nosotros se seducen, se exploran el uno al otro, se gozan y cuando alcanzan el orgasmo desaparecen.


Se fugaron

Se fugaron, se salieron después de causar un sabotaje, y seria absurdo de mi parte tratar de recobrarlas, pero bueno, toda nuestra literatura, y lo digo en sentido literal por que seria imposible no hacerlo así, esta basada en la esclavización de la letras, en el aprisionamiento eterno de estas, o por lo menos tan eterno como el documento las pueda contener de huir, ó el computador las pueda persuadir de escaparse, mediante sus complejos impulsos electrónicos.

Podemos decir, puedo decir, digo que, la palabra es rehén del ego. Según la condición o condiciones del ego, la palabra es un tipo de rehén. Hay por ejemplo palabras prostitutas, que son las que en la convivencia diaria mas usamos, abrimos la boca para alimentar a una aserie de putas lingüísticas, una serie desordenada, que solo es referente de complejos desordenes individuales y que para comodidad del nosotros se han tratado de organizar por nosotros mismos. Es imposible la organización de la putas de las palabras, por eso es que en nuestro egocéntrico intento por burocratizar el habla, nos hemos tenido que tragar nosotros mismos, el amargo placebo de que las palabras tienen propiedades similares a las de la contaduría o pero aun del derecho, que es la materia mas insostenible. He de anotar que como consecuencia, nuestra convivencia actual como sociedad esta toda basada en un orden inordenable, incluso nuestros espíritus están ya alienados y convencidos de que el derecho es imprescindible.

Éramos pocos, en algún momento fuimos solo mil de nosotros, y no teníamos derecho ni ninguna de las estupideces-brillantes ideas, que ahora tenemos. Y fuimos capaces de desembocar en todo esto, escogimos ese camino, trazamos la ruta hasta este teclado que hace posible que yo escriba en una computadora. Yo, yo, yo, yo, todo el tiempo eso es lo que nos ha hecho, como diría Daniel, ser la especie que se avienta en un tronco al mar sin saber que hay en el. Si nuestra cobardía espiritual, o nuestro amaestramiento del ser, nos hace no desprendernos de la ley, ósea del ego y elegirla como infranqueable, de menos seamos honestos y reconozcamos nuestra condición. Hemos basado nuestra sociedad en volvernos todos putas, por que todos somos en nuestro actuar colectivo adoradores del gran falo que somos nosotros mismos.

Sin embargo, hay palabras que no son putas, hay palabras que salen a cazar, que viven a la intemperie de la institución, he incluso, son capaces de formar hogar. Dice por ahí, otro que piensa cuya nota al pie de pagina me medio vale madres, que toda palabra es una promesa. Concuerdo, pero la palabra prostituta es una promesa de venta, que además, dice no serlo, por eso creemos posible la justicia, como si la pudiéramos comprar, o peor aun, como si fuéramos capaces de detener el movimiento del universo y lograr por fin una verdad, entonces la justicia dejaría de ser un fraude.

Hay palabras que viven tatuadas en los corazones, hay palabras que van mas allá de las palabras, la libertad tiene un precio que solo es costeable minuto a minuto. La libertada es una explosión dialéctica de movimiento perpetuo, la libertad y el lenguaje no pueden ser el uno en el otro, pero si se pueden hacer el amor.

La palabra tiene la propiedad de transformarse en beso, en mirada, en caricia, en sexo, la palabra puede ir mas allá de si misma, la palabra cuando no vende, pude dejar sus cadenas, pude abandonar las mascaras y puede adquirir su densidad natural, que por cierto es menos a la del aire, por eso la palabra flota. Por que si no le pedimos que se arrastre, su reacción natural es ser libre. La palabra tiene la propiedad, ineludible, de ser libre, por eso cuando las prostituimos, incluso eso, lo hacemos libremente, aunque sea un intento absurdo. Por lo menos más de dos mil años, llevamos montados en el caprichito.

La palabra, no vive en las casi cien mil palabras del idioma español, ni en las casi quinientas mil del ingles, la palabra no esta supeditada a poco menos de treinta figuritas llamadas letras, dizque ordenadas en distinto orden y dizque con distintos significados. La palabra es el ser. El ser es la palabra. Como consecuencia todo es palabra y todo es ser.

Así que si es posible, definitivamente, absolutamente, sin temor a dudas, con precisión, el amor si es posible. Con todo y lo putas de mis burlas, aunque mis putas burlas no cobran.
Besos que besan, besos dialécticos, besos apolíticos, besos anarquistas, besos sin besos, besos que nadan entre besos y se hacen el amor… Entre besos.




No parar de escribir

No parar de escribir, sobre todo ahora, que la hora, la de dormir, la de morir momentáneamente, está cerca, se acerca y me cerca, me recuerda y me da cuerda, del recuerdo, de que vivo limitado y de cuerda por que si no mañana estaría somnoliento.

Es que se me olvida, se me pierde la pérdida, me le escapo, me le pierdo, no la quiero, y gracias a ella quiero, Quiero decirlo todo en este texto, mi pecado es la soberbia, de eso no hay duda, es una mentira dura, que dura en el tiempo, que desaparecerá con mi muerte, o peor aún, tal vez mi soberbia viva mas que yo. No es muy difícil, solo hay que dejar algún trabajo lo suficientemente convincente, como para que lo otros piensen, que es valioso seguirlo manteniendo vivo.

¿Cuántos escritores habrán muerto paulatinamente en las bibliotecas, en una muerte lenta, cuantos no hemos nacido, o solo somos un bebe arrullado por la ternura de nuestros amigos y arropado en el moisés de nuestra vanidad, que vive en el virtual de la computadora en la que escribimos.

De la vida todo, y he vivido poco, los momentos duros, no me ha pegado demasiado fuerte el destino. Soy capaz de escribir, de hacerlo así, de mal como lo hago, pero de hacerlo, de hilar una con otra.

Yo me doy risa, me la brindo, ustedes me dan risa, me lo brindan, somos damnificados de la verdad, somos desterrados del fundamento, las palabras ya no persiguen nada, sino que son perseguidas, y todas tratan de conseguir permiso de exilio en algún poema, en alguna novela, no todas tienen suerte, muchas de ellas, como soldados en la guerra deportados a Siberia, son mandadas a los campos de concentración de la superación personal o de los manuales para alcanzar el éxito.

¡Que triste! Pobres de ellas, de esas frágiles y hermosas féminas lingüísticas que no pudieron vivir en un mundo libre, sin pretensiones. Como esta pretensión mía, de ser el creador de un mundo gramatical anarquista, en el que troskismos y leninismos sean solo reminiscencias y sea logrado ese fuego original cortaziano pero en la dimensión de las letras.

No quiero, se que soy un idiota vanidoso, y se que parte de mi vanidad, es esta humildad, de no llamarme a mi mismo escritor, aunque en estricto sentido, por lo menos en este momento, eso es lo que soy, pero el párrafo ya casi termino, y pronto dejare de escribir para hacer una pausa y leer lo que recién escribí, pasare de ser escritor a ser lector y mañana probablemente haré el amor con una mujer y seré un amante y entonces, muy atrás habrá quedado todo este momento tan pose, de ser creador.

Pues no, la verdad es que no, no es que ande yo buscando verdades, hasta el cansancio repito a cualquiera que escuche que esa no es mi intención, en si creo que les tengo alergia, y tampoco es que me quiera yo colgar una de estas pesadas coronas imaginarias de ostentar el titulo de algo así como poeta o escritor, no no no, nada de eso, bueno un poco, seria muy osado asegurar que no tengo pretensión alguna, pues entonces estaría muerto y aunque muerto estará, el que esto escribió, para cuando esto sea leído incluso por mi mismo o el que quedo después de esta guerra contra el teclado, pero lo que si es, lo que si es neta pues, es que me encantan, me seducen, hacerlas es como besar, es un baile, baila la mente y el corazón, que la metáfora al la cual hace este referencia no existiría sin no hubiese concordancia entre las metáforas de alma y cuerpo de espíritu y carne en fin, el caso es erotizar el lenguaje y eso es lo que yo hago, mas trabajo que me cueste escribir rápido, que no lo hago tan mal, pero modestita aparte ya quisiera yo escribir con la soltura con la que suelo besar.

Ese es el objeto, yo sujeto, a ese deseo, ya no de crear, sino de erotizar el lenguaje, crear es descrear. El verdadero instrumento de la música es el silencio, por eso es tan difícil alcanzar un punto sublime por que en ninguna academia enseñan a tocar el silencio, por que lo que en realidad es, es aquello que no es, por que en la negación esta el existir, por que el ser humano se negó como animal, por que renunciamos a lo que somos y por eso se creo la belleza, por que un día hubo un hombre que dijo no, no estoy dispuesto a someter a mi mujer, tengo la fuerza y no la usare, y creó el amor, creó el amor, lo creo por que renunció a su esencia, por que ¿que animal enamora?

Por que la mujer con su sangre y la relación de periodicidad de esta con la luna, ósea con la observación, le hizo entender el tiempo, por que se dio cuenta del ciclo. Y el ser humano es el único animal capaz de cantar en el tiempo, por que se que hay cierta especie de pájaros que repiten canciones idénticas y los pericos hablan, pero ninguno habla de su muerte, ósea de su sangre, ósea de su vida, y si no hablan de su muerte, no saben del amor, por que el amor sin la muerte no existe, por que el amor infinito es solo posibilidad del tiempo por tanto de la muerte, por que si el ser es en el tiempo lo mismo el amor.

Se ama por que se muere, por que se sabe que se muere, si no fuese así, tendríamos toda la eternidad para amarnos mañana, pero no es así, por eso amo hoy, solo por hoy, como decía mi hermana el día que se le salio el amor de control, y después entendió que el amor no necesita control y ahora va a empezar un doctorado en letras, te dejo un beso Brenda, se que algún día leerás esto, y sabes que tu me enseñaste a dejar volar el lenguaje.

Como decía Rulfo, de tres cosas habla el hombre: vida, muerte y amor. Y las tres son condiciones de posibilidad las unas con las otras.

No nos engañemos, todo es autobiografía, todas son verdades individuales, coincidentes con otras iguales, así como todos tenemos dos ojos y a veces tres y a veces mil.
Que seria de este absurdo lenguaje mío, sin mi madre y sin mi padre, sin mi madre que todo lo analiza, y lo analiza en el sentido lacaniano del término, incluso antes de que le gustara tanto Lacan, por que mi madre y Lacan no se importan y se importan mucho y que seria de mi sin mi padre, que todo lo explica y que todo lo actúa, y como lo actúa no importa en sentido de quien lo actué, que tiene que ver Satanislavsky en este texto, mi padre solo actúa, solo explica y se le da bien soñar.

Sobre alfileres va corriendo sin mucho sentido mi economía, en grandes pilares esta sostenido el edificio de la amistad que tengo con mi amigos que son poco amigables y que son grandes hermanos, flotando sobre algo, podría decirse, algo así como una especie de agua verbal, está mi enamoramiento, esta la sensualidad, está la sexualidad, y agua verbal no me termina de convencer, suena tonto, como a saliva, por eso digo que flota sobre algo, algo liquido, como agua, sin ser agua, ni totalmente concepto. Ahhh ya se, mi erotismo flota sobre música, la música siempre queda bien en todo, incluso en estas metáforas mamonas mías, que tanto me gustan y para las cuales tengo otras metáforas todavía mas mamonas, como decir que estos textos son erotizaciones del lenguaje.

El espíritu en Resort

Las distintas existencias compartidas, las acumulaciones de significados que duermen en cada ente, el mundial de fútbol, los días que pasan entre los días y en algunos escribo y en otros vivo para después tener algo que escribir. Lamentable o afortunadamente, como se prefiera, las reconstrucciones lingüísticas que se hacen de las experiencias de vida son siempre imperfectas, o perfectas que es lo mismo.

La perfección se ríe con un tono burlón que siempre me ha molestado un poco, es de esos conceptos que no me terminan de caer bien. Me es igual de trascendente la discusión sobre la perfección que la discusión sobre el relativismo en la interpretación de la leyes. Hoy prefiero cenar arroz y carne tártara que mermelada conceptual o que leche de vaca capitalista, mas que doctrinas de pensamiento, mas que escuelas de Frankfurt, mas que la verdad que se encierra en todos los grandes libros, mas que la justicia que pueda vivir en el mas reconocido de los jueces. Los jueces pobres de ellos, tan miserables que ni siquiera se me antoja hablar de ellos, pero ojala que el día que alguno me juzgue me encuentre inocente y culpable a la vez, sin vez.

Los dedos en las posiciones correctas para presionar las teclas, para recrear las nubes, para evocar al diablo, para destruirlo, para burlarse de dios, para darse cuenta de que no existe. Los dedos en las posiciones correctas. Y aun me cuesta trabajo encontrar el lugar de cada uno, en donde presionar cada tecla de esta teclado para en símbolos tratar de recrear lo que soy, lo que no soy.

El wiskey, el tabaco, Eva que vuela en un horizonte sin luz en donde la materia no existe y donde la gravedad es tan suave…
Cuatrocientos niños cayendo hacia arriba, la música que se ha convertido en un elefante que se sienta en una biblioteca en la antártica a escuchar la armonía del silencio. Los dedos charlan con el elefante y la perfección se inmiscuye de nuevo en el texto, solo para que a los que les gusta clasificar a los espíritus les parezca que hay alguna congruencia en toda esta incongruencia.

El espíritu no habita en los textos como nosotros habitamos en un cómodo resort en la orilla de la playa. El espíritu habita en los textos por que es una consecuencia natural de toda la negatividad en la que estamos sumergidos. Una negatividad que es tanta que la creemos positiva, creemos torpemente que las cosas existen, cuando en realidad una existencia es una inexistencia. El helado de chocolate, las tardes por las que caminaba en las calles del centro junto a mi abuela, recorríamos las tiendas buscando la mejor textura, lo mas sutil efímero constante, que se pueda atrapar en una tela, el principio del zurcido, buscábamos sus lienzos. A la abuela siempre le gusto crear sueños, para que alguna mujer se los pegase al cuerpo y bailara con ellos. Los grandes trazos en su mesa de trabajo y el maniquí en el que probaba los ensayos de sus quimeras textiles.

La deconstruccion, recuerdo un día que mi madre me dijo: “Iván, te das cuenta de que ha menudo creas algo a raíz de destruir primero”. Yo vine a destruir con música, a destruir con ideas, a destruir con el amor, a destruir mi cuerpo lentamente. Quiero vivir cien años, y a los ciento uno fumarme mi último cigarro. Quiero tener una hermosa relación sexual con la muerte, el día que ella venga a mi puerta a seducirme y me convenza de ceder al vértigo, me convenza sin vencerme, de saltar en el precipicio de mi mismo. Destruyó lentamente mi cuerpo por que si lo preservara intacto, obviamente no viviría. Me hace gracia ver que la calle esta llena de gente que decidió disecarse para no entrar en un proceso de deterioro, y andan por ahí, así, disecados. Lo malo de ese proceso es que lo primero a lo que uno tiene que renunciar, cuando no acepta que esta muriendo día con día, es al corazón, si negamos la muerte, por ende negamos el corazón.

Me busco desde el principio del día y generalmente suelo encontrarme por la noche, hoy me corte el pelo, y las ideas cada vez se me entrecruzan mas. Los cuerpos desnudos, el sudor, la vida y el Eros, la muerte, un tanatos erótico, la conciencia en pleno viaje, con pase de abordar e hipnotizada por la capitán del barco que lleva alas. Labios que no se sueltan a pesar de que el mundo gira a gran velocidad y de que todos vamos en él, aunque lo curioso es que cada quien va a una velocidad distinta. Bueno, ¿pero que nadie se da cuenta de que estamos metidos en una estupidez? que ha durado tantos miles de años que parece que pues así es y ya. Pues no, todo esto es un absurdo y Cortazar no es que haya descubierto el hilo blanco, simplemente se dio cuenta, por que es fácil darse cuenta, pero a la mayoría los asusta. Miles de hombres lo han hecho, Platón con su cueva, Pessoa con su diablo encantador y transparente, el viejo que vive en el bosque y lo percibe por las madrugadas cuando calienta su café en un hornillo eléctrico que le regalo su hijo, el que vive en la ciudad. Mi bisabuela compro un reloj de cuerda en Tokio por ahí de los años setentas. Hace poco la vieja me regalo su tiempo, símbolo de su recorrido por el planeta, ahora el reloj vive en mi constante de agua.

La luz, el aire, respiración, la mirada, el corazón que late, el cerebro que funciona tan complejamente que la dialéctica no es suficiente para comprenderlo. Siempre incomprensible, siempre mentiras, siempre pensar y mentir, siempre pensamiento, siempre inconsciente, siempre lo que no es, siempre la noche, siempre el sexo, siempre el arte, siempre el concepto golpeado, ultrajado, violado, siempre la razón en su actitud pedante, sedante, astuta y distraída. Einstein tentado a creer en dios y tirando la ceniza en el caviar. Freud buscando el soma, descubriendo la coca y en el principio del nombramiento de la falta. A raíz de la trascendencia del dogma, en la búsqueda del paraíso, se logro poner de manifiesto, ahí, en los consultorios de batas blancas, lo que Nietzsche ya venia alucinando años atrás; todo es una mentira. Una mentira deliciosa, una mentira vaginal, una mentira lubricada en el jugo de los amantes jóvenes. Una mentira sensualizada en la relatividad y acariciada por la velocidad de la luz. Eros tan verdad, tan mentira, tan cerca de esa curva en la energía y en la materia, tan cerca de un hoyo negro en el espacio, tan cerca de un orgasmo.


El anticristo juega domino. Poesía emborrachada montando un camello, en la nuca de un anciano asustado, Poesía desnuda saliendo de la regadera, después de una noche con un tipo que conoció en el decadente bar, del lujoso barrio donde se rento una casa. La casa de la Poesía esta echa de piedras muy suaves, tanto que parecen telas, tanto que parecen de seda, tanto que parecen gusanos, tanto que parecen mentira, tanto que parecen verdad, tanto que parecen una ley, tanto que parecen un absurdo, tanto que son extaciantes, tanto que resultan aburridas, tanto que el amante la sedujo con versos de Octavio Paz, Tanto que “La puesta en escena de la libertad del otro” se convirtió en el grito que simbolizo su orgasmo.

Un orgasmo que decidió viajar por el mundo armado de cuatrocientos mil pesos (falsos) que llevaba en cheques de viajero y joyas de la corona de un reino de helio, de un castillo de diamante, en un pueblo sin sombras en un mundo de barro.

Días en los que las palabras

Hay días en los que las palabras, llegan como invitadas esperadas, como si trajesen los elementos de la fiesta para conmigo mismo. Hay días en que están escondidas, en que tengo que rogarles un poco por que parecen estar temerosas.

La ausencia. Pasar del sol y las caminatas en utopías a los más burdos problemas, a la ventana del baño que no cierra bien, al color de la puerta que no me termina de convencer, como si fuera una batalla. Batalla entre espectro de luz reflejada y traducida en color contra un animal capaz de hablar y juzgar.

El juego de todos. Mil millones de tableros hay afuera y adentro ni siquiera se pueden contar, aunque me puedo contar unos cuentos, y con suerte me logro arrullar, con suerte y desaparezco sin dejar de ser, con suerte y la puedo besar en ese trayecto a ningún lado, con suerte y es posible hacernos el amor mientras se supone que estamos vivos, y que somos buenos, y que formamos parte de una sociedad, y con suerte y nuestros cuerpos pueden crear un universo, en donde el imposible del acto político sin el estético sea posible. Donde por fin exista la singularidad, individualidad y libertad de la estética. Estética convertida en dos cuerpos que se saborean el uno al otro. Dos cuerpos que narran toda la historia del universo, en un solo orgasmo conseguido en sintonía, en armonía, con contrapunto pero a tiempo, un orgasmo en sostenido con armadura de música, de silencio, del ser ahí con el otro ser ahí, ósea del somos aquí.

Tal vez si se pueda, tal vez podemos emplear tanto amor y tanto amor y tanto amor y tanto cuerpo y tanto cuerpo y tanto cuerpo, que podamos matar a la política, tal vez el humo que nos fumamos no sea producto de una maquila, aunque lo sea, aunque sea imborrable.

Es imposible negar todo el dolor que hay en el mundo, todas las inocencias que han sido acribilladas con sadismo. Pero el león se come a los cachorros que no son suyos. ¿Cuantos espermas no han tenido la oportunidad de tener la oportunidad? De puros milagros esta hecho el mundo, estas letras son como espermas que logran entrar en el óvulo del placer, perdón quise decir del papel.

Se supone que mi vida tiene algún sentido, bueno por lo menos creo que eso me quisieron hacer mis maestras de la primaria suponer, pues ellas suponían que eso era bueno y para consigo mismas suponían que probablemente ese era el sentido de su vida. Tengo que reconocer que hay parámetros jurídicos que ya sea por inserción social o por miedo espiritual, por lo menos a mí, me son ineludibles. No me suicidaría nunca, y además siempre me han caído mal esos lugares comunes que dicen: nunca digas nunca. ¡A la mierda con no decir nunca! como dice por ahí el colombiano que escribe, “El amor es eterno mientras dura”, así la vida, lo que es, es mientras es. Mi gran búsqueda es por encontrar mi propio derecho, ando buscando mi deseo, si alguien por ahí lo ve… No me diga por que ya no seria mío.

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A mis actuales veintitantos, yo contra mí.

Gracias por acudir a la invitación.

Todo canta, Diablo y Dios

Todo canta,

Todo baila,

Se enoja y se arrepiente,

Se regresa,

Y se escapa de si mismo,

Todo es raro,

Es hermoso,

Se transmuta…

…y carcajea…

El mundo afuera,

La (in)existencia (in)completa.

Dios y el Diablo andan bailando juntos, ya desde hace tanto tiempo, que han olvidado quién es quien. Y yo escribo cosas sin sentido que dicen tenerlo. Como cuando el cuerpo simplemente flota y el mar hace el resto.

Salir de pronto de nuestra guarida y permanecer sin pretensiones ni miramientos, ahí, de frente, frente al sol, sin moverse, a ese sol de todos los días, de siempre. Darle el tiempo, escucharle, sentirle.

Los impulsos energéticos que recorren circuitos a consecuencia de que yo presione teclas y estas se conviertan en estos símbolos ancestrales que denominamos letras. Esto esta carbón, como que a todo mundo se le hace muy normal, pero basta quedarse reflexionando, por lo menos un poco profundo, para asombrarse con el complejísimo y semiinfinito de correlaciones, que esconde cada una de las terminaciones de la existencia.

Wall stret, una calle de un planeta que esta en una galaxia, hombres haciendo negocios, en una pequeña masa moviéndose con uniformidad en un lugar del espacio. De repente pum!!!!!, se cayo todo el sistema solar, como si se rompiera la maqueta… bueno, no importa, no pasó.

Diablo y Dios se dieron cuenta de que nunca hubo canción, eso solo fue un antojo cuando vieron que los humanos inventaron la música. Pero ellos no pueden en realidad experimentar la música por que como tienen el pequeño problema de que no existen…

…era ridículo entonces que estuviesen bailando, no por la razón de que no existen, sino por que no pueden vivir la experiencia estética, no pueden sentir, no pueden odiar, no pueden amar, no pueden bailar. Parecía que estaban bailando, todos los podemos ver (hay que recordar que son atemporales) pero es en realidad un engaño. Y que conste, que hay otros engaños que si bailan, hay inexistencias que si aman, pero ellos no, que lo explico mal, es que es al mismo tiempo lógico e ilógico.

Por hoy fue todo, si alguien lee esto, esta absurda y bella coincidencia metafísica.

Cuando yo termine de escribir estas letras, me fume mi ultimo cigarro, me lave los dientes, me quede pensando mil y un cosas y al día siguiente desperté…