La vida es cada vez más
placentera, en la medida en que la muerte se acerca. La vulnerabilidad es la
mayor de las fortalezas. En la contradicción vive la coherencia. Conforme pasan
los años, los detalles se vuelven trascendentales.
Deseo una narrativa, desprovista
de soledad. Una soledad, consolidada como ermitaña, refugiada en una lujosa
vitrina, que muestra antigüedades vánales a precios exorbitantes. Los absurdos
compradores compiten por hacer la peor de las adquisiciones. En las calles
aledañas a las elegantes tiendas de disparates, hay manifestantes cuyas
consignas claman por terminar con la hipocresía. El problema del cinismo, es que
tanta sinceridad deslumbra y en últimas fechas han encontrado regiones oscuras
en el sol.
La tristeza de aquellos que no
conocen la melancolía. José es el imbécil por excelencia, y María un gran
ejemplo de destreza política. El tiempo del que disponemos para lograr nuestras
vidas, es medido en relación a nuestra capacidad de dimensionar lo pequeños que
somos en el universo. El único verso que el grueso de la humanidad entiende, es
aquel que al que lo escucha, le habla de sí mismo. De ahí el éxito de quien
sabe leer la suerte. Mañana saldré a la plaza pública a anunciar que leo el
Ego.
Un homicidio se comente a cada
instante. Siempre hay alguien que decide terminar con la vida de otro. En el otro existimos. A quién le gustaría ser el único ser humano en la faz de la tierra.
Hasta el ermitaño dejaría de serlo si no hubiera de quien alejarse. Si los
orgasmos fueran destellos de luz, qué tan brillante seria este planeta, acaso así
podríamos prescindir del sol. Tal vez el sol sea la orgia más grande de la
galaxia.
Soy una mente egoísta en busca de
una mente egoísta. El regocijo de los que encuentran placer en las ideas. Cuánto
inconsciente puede escurrir cual sudor, por un rostro inexpresivo. En las
iglesias debería haber un lugar destinado a guardar las perversiones antes de
poder ingresar. Sería interesante que para que se imparta la misa, sea requisito
que todos estuviesen desnudos. A fin de cuentas, esa sería la forma más pura de
permanecer fieles a la creación de dios. Este dios estúpido que tiene ropas
hasta para sí mismo, probablemente de esa forma, prestara más atención a las
suplicas de sus fieles, de que la tragedia caiga en los demás fieles. Si pudiéramos
escuchar los rezos silenciosos, nos daríamos cuenta de que dios ha complacido
las más detestables de las peticiones que le han sido elevadas.
La sexualidad de los ancianos. El
erotismo en la tragedia. La gente vieja es la prueba de que los suicidas no se
escapan, simplemente se adelantan. Los gobernantes que modifican el calendario
para agregar meses con su nombre. La maravilla de la aviación está en que reta
el movimiento de rotación. Soñamos un día ir tan rápido, que alcancemos,
antes de que se valla, la juventud que a todos se nos escapa. El peor de los
villanos es el que asesina niños. Somos un planeta de niños, resentidos por
haber perdido la infancia.
En los detalles creemos que
encontraremos el tiempo desaparecido. En nuestra capacidad de creación precisa,
hemos logrado trasplantes de corazón. Las investigaciones van avanzadas en torno
a los nuevos trasplantes de soledad.
El ultimátum siempre llegará.
Estas letras son simplemente una pequeña distracción con los compromisos
pendientes. Ineludible podría ser la característica más sublime del último
acto. El peor de los relatos siempre alcanza un final.