La palabra se viste lentamente mientras contempla como la idea se suicida. Quien está del otro lado de estos símbolos, baila creyendo que encontrara significaciones. La luz cambia, el sentido se enlista en la legión extranjera. Las dictaduras latinoamericanas, la tragedia de la cercanía de México con el imperio y los romances del alto círculo de la política, que se niega a visitar los museos de forma anónima. Lectora sedienta, ávida de complejidad placentera. El movimiento de tus retinas marca el ritmo de los pasos en este laberinto.
Alicia, Eugenia y Esperanza corren desesperadamente para evitar desaparecer, Beatriz devora a Fernanda, luisa reinventa a Susana, Pilar seduce a Jazmín, Ana dice no estar de acuerdo con el orden mundial y en consecuencia pone una bomba dentro del premio Nobel. Gabriela toma por sorpresa a la verdad y la secuestra exigiendo como rescate cuarenta millones de mentiras. ¿Cuánto cuestan los personajes? De común acuerdo hemos decidido que el telón sea de cristal, solo para que tú puedas romperlo, la intención de esta obra es que los actores salgan al escenario solo para invitar al público a ingresar a los camerinos. Soledad busca salir del continente de estas letras y refugiarse en tu memoria.
El pensamiento solicita exilio alegando que la ilustración lo persigue por causas ideológicas. Voy a tratar de no abrir los parpados en este párrafo. La soprano se ha inmiscuido con las estructuras retoricas de un escritor que ahora ve en peligro las creencias que tanto le costaron. Por favor, replantea cada imagen, el juego desearía tener una vida normal, pero una vez dentro de la mafia de la literatura la salida puede resultar fatal. Tú eres como un visitante en una cárcel, puede que seas la única felicidad que tienen las letras prisioneras de este texto, pero tampoco creas eso del todo, estas letras viven en un bosque y no necesitan de nada. ¿Que pensara la persona con quien compartes la cama? cuando entre sueños dejas que entre la luz en los rincones que en la vigilia mantienes oscuros. Seguramente algún lector (tal vez ajeno a este encuentro) anda buscando en algún escrito a ver si hay por ahí olvidado algún candil con el que pueda iluminar los recovecos de su pasado.
Si estamos compartiendo este espacio, estamos mucho mas cerca el uno del otro que lo que generalmente estamos cerca de los otros en los elevadores. Estas aquí, en este cuarto. ¿Dónde está tu cuerpo? Tal vez solo debería preocuparme por inventar historias y no tratar de inmiscuirme en lo que pasa frente a estas palabras. Sin embargo he de confesarte que a mí me apasiona la reacción que causan en ti los pensamientos que ahora estás leyendo. Esta es una comunicación. Un dragón entra en la sala de cine pero sale desilusionado al poco tiempo pues no le gustan las historias fantasiosas. En el embarque de mañana van a llegar diez toneladas de sospecha, te ruego por favor que nos facilites tu bodega. El padre, el amante, el espía, la juez, los inventores, las nociones que nos llevan a desactivar la conciencia. Las ideas que encuentran eco en las cuevas de tus referentes. El cura y los homicidios, el sacerdote y las violaciones, el monaguillo y los fraudes, el fraile y la asociación delictuosa. La Bula Papal expedida para que tú y yo nos encontremos.
En otros momentos Diablo y Dios han sido los protagonistas de este escenario, Lacan y Cortázar observan en las butacas el ballet de Darwin, un café expreso y un misil nuclear se hacen amigos en una cátedra extraordinaria sobre la ontología de la religión. La ontología está en su celda meditando que falló en su plan maestro de asalto al banco y como hubiera disfrutado sus cuarenta millones.
Mausoleo, museo, catedral, estadio, cárcel, universidad, el lugar donde te encuentras ahora, corporación, conspiración, respiración, inspiración, admiración, el acento de las “o” ha decidido renunciar y cambiar radicalmente, ahora se dedica a la conservación de monumentos históricos. Continúas caminando por este pasillo, la luz es bastante tenue, parece que todo el entorno está cubierto de ontología, en algún lugar ves la foto de tu madre, un desconocido te narra ese día de la pubertad que tienes tan grabado. La parte de tu cuerpo que no te gusta decide confrontare y sostienen una acalorada discusión que termina como a ti te plazca. Escribir, esgrimir, estigmatizar, enraizar. El árbol es un vagabundo, el suelo se volvió abogado, la tierra se doctoro en Filosofía la semana pasada y ahora decidió abrir una estética. Erik Satie está sentado a tu lado y comienzan las Gymnopediés, los dedos al piano surcan por los más recónditos de tus sentimientos, y no voy a seguir en este absurdo de describir un logro ajeno.
La pretensión de mis dedos en el teclado es tocar delicadamente tus referencias, matizar la imaginación y desdoblar la intimidad, hoy por la mañana observe como tomabas la ducha. Segunda confesión del día (noche): mi lectora siempre es mujer. El agua y tu cuerpo, el tiempo que amablemente corrió despacio, la discursividad y el triangulo sintáctico. Que se cierre la puerta, que la vestimenta desista de su intento de tergiversarnos, que el suicidio de la idea se convierta en una fiesta, que este último párrafo con los parpados bien abiertos, marque la pauta del silencio que ha sido abandonado.