Instalación cuyo único material son letras

Thursday, July 20, 2006

Se fugaron

Se fugaron, se salieron después de causar un sabotaje, y seria absurdo de mi parte tratar de recobrarlas, pero bueno, toda nuestra literatura, y lo digo en sentido literal por que seria imposible no hacerlo así, esta basada en la esclavización de la letras, en el aprisionamiento eterno de estas, o por lo menos tan eterno como el documento las pueda contener de huir, ó el computador las pueda persuadir de escaparse, mediante sus complejos impulsos electrónicos.

Podemos decir, puedo decir, digo que, la palabra es rehén del ego. Según la condición o condiciones del ego, la palabra es un tipo de rehén. Hay por ejemplo palabras prostitutas, que son las que en la convivencia diaria mas usamos, abrimos la boca para alimentar a una aserie de putas lingüísticas, una serie desordenada, que solo es referente de complejos desordenes individuales y que para comodidad del nosotros se han tratado de organizar por nosotros mismos. Es imposible la organización de la putas de las palabras, por eso es que en nuestro egocéntrico intento por burocratizar el habla, nos hemos tenido que tragar nosotros mismos, el amargo placebo de que las palabras tienen propiedades similares a las de la contaduría o pero aun del derecho, que es la materia mas insostenible. He de anotar que como consecuencia, nuestra convivencia actual como sociedad esta toda basada en un orden inordenable, incluso nuestros espíritus están ya alienados y convencidos de que el derecho es imprescindible.

Éramos pocos, en algún momento fuimos solo mil de nosotros, y no teníamos derecho ni ninguna de las estupideces-brillantes ideas, que ahora tenemos. Y fuimos capaces de desembocar en todo esto, escogimos ese camino, trazamos la ruta hasta este teclado que hace posible que yo escriba en una computadora. Yo, yo, yo, yo, todo el tiempo eso es lo que nos ha hecho, como diría Daniel, ser la especie que se avienta en un tronco al mar sin saber que hay en el. Si nuestra cobardía espiritual, o nuestro amaestramiento del ser, nos hace no desprendernos de la ley, ósea del ego y elegirla como infranqueable, de menos seamos honestos y reconozcamos nuestra condición. Hemos basado nuestra sociedad en volvernos todos putas, por que todos somos en nuestro actuar colectivo adoradores del gran falo que somos nosotros mismos.

Sin embargo, hay palabras que no son putas, hay palabras que salen a cazar, que viven a la intemperie de la institución, he incluso, son capaces de formar hogar. Dice por ahí, otro que piensa cuya nota al pie de pagina me medio vale madres, que toda palabra es una promesa. Concuerdo, pero la palabra prostituta es una promesa de venta, que además, dice no serlo, por eso creemos posible la justicia, como si la pudiéramos comprar, o peor aun, como si fuéramos capaces de detener el movimiento del universo y lograr por fin una verdad, entonces la justicia dejaría de ser un fraude.

Hay palabras que viven tatuadas en los corazones, hay palabras que van mas allá de las palabras, la libertad tiene un precio que solo es costeable minuto a minuto. La libertada es una explosión dialéctica de movimiento perpetuo, la libertad y el lenguaje no pueden ser el uno en el otro, pero si se pueden hacer el amor.

La palabra tiene la propiedad de transformarse en beso, en mirada, en caricia, en sexo, la palabra puede ir mas allá de si misma, la palabra cuando no vende, pude dejar sus cadenas, pude abandonar las mascaras y puede adquirir su densidad natural, que por cierto es menos a la del aire, por eso la palabra flota. Por que si no le pedimos que se arrastre, su reacción natural es ser libre. La palabra tiene la propiedad, ineludible, de ser libre, por eso cuando las prostituimos, incluso eso, lo hacemos libremente, aunque sea un intento absurdo. Por lo menos más de dos mil años, llevamos montados en el caprichito.

La palabra, no vive en las casi cien mil palabras del idioma español, ni en las casi quinientas mil del ingles, la palabra no esta supeditada a poco menos de treinta figuritas llamadas letras, dizque ordenadas en distinto orden y dizque con distintos significados. La palabra es el ser. El ser es la palabra. Como consecuencia todo es palabra y todo es ser.

Así que si es posible, definitivamente, absolutamente, sin temor a dudas, con precisión, el amor si es posible. Con todo y lo putas de mis burlas, aunque mis putas burlas no cobran.
Besos que besan, besos dialécticos, besos apolíticos, besos anarquistas, besos sin besos, besos que nadan entre besos y se hacen el amor… Entre besos.




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