Instalación cuyo único material son letras

Wednesday, November 05, 2008

Pendiente...

El alma, el cuerpo, la mirada, el sabor dejado en las palabras. El recorrer libremente este jardín que es el espacio vacío e ir dejando una estela como quien escribe o dibuja en la nieve mientras patina. Recorrer una avenida en donde hay cientos de parejas que no deja de besarse apasionadamente, donde los músicos tocan hasta alcanzar el transe, donde algunos no se sabe si pelean o bailan pero parecen disfrutarlo.

Intenciones creativas, el vientre del lenguaje, las trompas de Falopio de la gramática, el postre conceptual, la inteligencia comiendo chocolate y embriagándose en plena reflexión de invierno. Los momentos que van sucediéndose unos a otros, la vida que vamos dejando en cada segundo, nunca más volverás a tener la edad que tienes ahora, podrás releer cuanto quieras pero cada vez tienes menos tiempo para hacerlo. Cada momento la muerte se acerca. El fin está ahí frente a nosotros, mirándonos. Parece ser que el rostro del fin es un espejo, la forma en que tú lo mires es la forma en la que él te mira.

El camino no es muy largo y es por ello que hay que ser selectivos en las rutas que decidimos transitar. La tradición oral aquí. Las posiciones de poder. El lenguaje propio de cada materia, camina por un callejón oscuro, comienza a llover, el ambiente se vuelve frio. Los protagonistas se van muriendo en el transcurso de la novela, la novela comienza con el primero de nosotros, el primer homo sapiens sapines, que piso este mundo, continua con la vida de cada uno de los que hemos estado vivos y narra todo lo que hemos hecho, el titulo es Espíritu Absoluto. Hegel no bailo mambo, tal vez por ello concebía que había sentido en este libro interminable. Freud no bailo danzón, pero seguro se sintió cómodo con el cuerpo en armonía de alguna amante, Nietzsche no escucho cha cha cha, mi apuesta es que lo hubiera disfrutado y no le hubiera importado entonces no poder estar a la altura del enano Wagner. Yo retomo las palabras a miles de metros de altura, la tecnología ha sido la justificación de la tradición (mito) occidental. La edad media no fue una época oscura más que para aquellos que así lo creyeron, este tiempo será calificado como un gran engaño por las vanguardias del futuro. Habrá quien sabrá que la libertad es una decisión individual.

La sensualidad ha sido arrestada por la burocracia, se le acusa de perturbar el orden del público, las butacas están ensangrentadas, las aeromozas se percatan de que la sangre es vino, y el escenario es el cielo que se surca con la ruta trazada para evitar el choque entre aviones. No tendré tiempo suficiente para dejar todas las letras en el lugar que les corresponde, en la cabina de control se debate que hacer ahora que los motores se han averiado y dejado de funcionar, mientras nadie se percate de que estamos todos muertos no habrá problema alguno. Por favor redacta el contrato y especifica en las clausulas que tipo de literatura te gustaría encontrar. Desagradable resulta la pretensión evidente de un autor que quiere ser reconocido en la vanguardia simplemente saltando de una idea a otra. El primer requisito para enfrentar la guerra en donde solo se pueden usar las letras como artillería es llegar muerto a la batalla. Lo sublime de este combate es que no hay manera de perderlo, tampoco de ganarlo, tal vez habrá que dejar que el pelotón deserte, y continuar la lucha en el desierto, sin posibilidad de correspondencia. Las comas, los acentos y demás minas ocultas en el camino desaparecerán cuando la tormenta disperse la arena y mis textos se pierdan en la híper amplia oferta intelectual de la posmodernidad.

Porque me gustaría comenzar una acalorada discusión con las personas con las que tengo encuentros casuales, pero en general a todos nos importa solo nuestro propio universo. Las turbulencias me recuerdan lo fácil que es terminar con la respiración, con la mirada, con los latidos. En la caja negra se habrán de encontrar las confesiones políticas. El conflicto es la sal del banquete de la convivencia social, perseguir un edén resulta una fantasía propia de los escritos con trama, con personajes, y con presupuesto, sobre todo con esa última característica. Walter Benjamin murió en la pobreza absoluta, escapando de la persecución de las prepotencias. Adorno no quiso publicar su texto pues le pareció insignificante que aquel hubiera entendido que el autor no existe y que todo escrito es una suma de plagios. No habrás de encontrar al final de este texto las referencias bibliográficas que sustenten todas las incoherencias que hemos compartido hasta ahora.

Habré de solicitar una audiencia con el director del Psiquiátrico para solicitarle que publiquen mis textos como panfleto interno. Dejare una ruta de migajas para saber cómo salir del mi audiencia. Foucault es el capitán de un barco que dejo olvidado el mar y continúa su travesía por la brevedad de la existencia del individuo. El capitán ha desaparecido y todos los autores en las librerías presumen tener el timón guardado en la última página de su libro.

Aquí no hay rumbo y eso resulta aun más pretensioso. Mi soberbia es mi compañera de tango. ¿Cuál es la diferencia entre la aburrida o grotesca intención del sujeto por mostrar sus miserias, y la agradable función de la que el espectador sale complacido? La única seguridad ante la detracción es la pasión por el riesgo. Que cada quien decida si el paracaídas habrá de ser observado desde la comodidad del hogar o efectivamente iremos contrario al instinto y abandonaremos la relativa seguridad de la aeronave de nosotros mismos.

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