Instalación cuyo único material son letras

Thursday, May 03, 2007

Obviamente no soy yo

Soy yo, obviamente no soy yo. No es para ti, es tuyo. ¿Me pregunto por cuanto tiempo podré flotar sumergido en el discurso? ¿Por qué será que las mismas palabras? ¿Por qué los mismos conceptos? Una orgía de mis preguntas predilectas. Y también me gusta reírme de esto que parece que escribo.

Cerró los ojos y dejó que la armonía le secuestrara el cuerpo, comenzó a tomar sentido de su sangre, sintió la lubricación de sus ojos, en la escena desaparece la luz. El vació se torna en la totalidad, la totalidad ha desaparecido. Se desata una nevada en la tonalidad, el color ha comenzado a enloquecer. Una antología del tiempo es recitada por un volumen negativo. La sensualidad de la ontología ha sido vista corriendo desnuda por el centro de la ciudad.

Un párrafo que no tolera la perdida, se ha enrolado con una disyuntiva que dirige teatro delirante. El amanecer ha comenzado a cuestionar la religión, institucionalidad teñida de rojo cielo, la existencia ha cometido un homicidio, ha matado a la corporación. Pero no hay de que preocuparse, nadie lo sabe y aunque el cadáver se pasee por los cafés a media tarde, nunca nadie se dará cuenta.

Ella lo mira fijamente, se imagina la textura de sus labios, piensa en la sensación de su aroma empapando todo su cuerpo, el párrafo interrumpe la narrativa con un drama, neurosis que se escapa en el próximo tren de fibra óptica. Un robo tiene lugar cuando el deseo se ve despojado de su disfraz y los que viven en la palabra “ellos” se sumergen en una liquida desesperación, pues ven de frente al instinto y este toca el sol para ser un Icaro que imagina que es real.

La realidad esta cansada y se muere de ganas por salir a correr, a tenido una eternidad agotadora y desde hace todo el tiempo ha decidido descansar eternamente. Ayer hablo con su contador y le anuncio su retiro, le ordeno que pusiera a la venta todas sus propiedades y decidió por fin dedicarse a pintar. Ahora te regalo diez mil cuerpos desnudos y a cambio te pido un edificio construido con tu silencio. El intercambio lo haremos en el lugar y la hora que no acordamos.

Para que fingir, es inminente fingir, hay que desaparecer la falsedad, debemos de perfeccionar nuestras mentiras, absurdo que pretende que engaña, una mujer que pierde el equilibrio, la densidad de la palabra, el cambio de toma, falsos mandamientos, una piedra que entristece, una esfinge que finge, el fin que se afina, lo espeso del habla, lo ligero del tiempo, se finca el pasado, el pretérito se bate en duelo con el futuro perfecto, salgo del cuarto, dejo de presionar el teclado, creí que era un temblor pero fue solo una palomilla. Ya que has llegado a este punto por que no recuerdas la ultima vez que hiciste el amor, su aroma, su textura, el sonido que los envolvía. El ultimo velorio al que asististe. El día de tu muerte. La mujer recupera el equilibrio y temerosa de repetir el acto, lo enjaula en su falda, la mujer trae prisionero al equilibrio bajo su falda, la mujer siente que todo se dirige a la izquierda, la mujer sueña con su infancia, la mujer recuerda que no tuvo infancia, la mujer regresa al principio de su vida, se enternece con la tierna imagen de la ternura de su madre, la mujer duerme, la mujer es un hombre, el hombre corre, el tiempo lo persigue, la música sigue. Hay que hacerle una fiesta a la falsedad, la realidad nunca ha estado cansada, el contador de la realidad la ha demandado por incumplimiento de metáfora. Un vagabundo encuentra el disfraz del deseo, lo rescata del fango, se viste con el, se devora a si mismo.

La armonía ha fijado el rescate para devolver al cuerpo; sensualidad infinita ha de ser entregada en su totalidad, no debe de darse aviso a la tonalidad, la improvisación será le encargada de hacer la entrega. Pero primero hay que sumergirse en el discurso. Hay que navegar en los abismos del vació de nuestra construcción interna, hay que matar estas metáforas rebuscadas, estas no son metáforas, yo no hago metáforas, yo amo las metáforas, yo soy una metáfora, no se puede, no se siente, se desea, se plasma, no pretende, no regula, se emociona, desaparece, abre el espacio, gira en tu eje, el quicio toma vacaciones, deja ya de leer, yo nunca empecé a escribir. Tu infancia no existe, tu infancia no ha terminado. Eres un viejo, soy un viejo, la vejes… adivina, claro, no existe.

Por que cuando se regresa se procura que se pueda y por momentos aparenta que se escucha y el sentido esta al revés y yo soy el que no soy y en el inconsciente no existe el tiempo y solo existe el inconsciente y el tiempo no existe y hay que pagar la renta a tiempo.

Por si quedaba duda, yo no soy el autor, no estoy de acuerdo con que este sea el ultimo párrafo, me gustaría verte de frente cuando estés aquí, por un momento pensé que no acudirías a la cita, jamás dude de que tu historia te traería hasta aquí, siempre es un placer no ser yo para ti.

2 comments:

Veva said...

preguntaría quién eres, tu que pareces tener la dureza y fragilidad del diamante. Como esa pregunta no debe hacerse, seguiré leyéndote para encontrar sola la respuesta.

Anonymous said...

Well written article.