Instalación cuyo único material son letras

Monday, March 24, 2008

Fogata

Este es mi último lugar, finalidad coyuntural. Fijación terminal, término desprovisto de sustento lógico. Conclusión de un proceso vital. Toda elección implica una renuncia.

Escisión de pasiones que resulta en diferentes pasiones. En pasiones coincidentes en la misma estación, que después de una breve eternidad, se dan cuenta de que sus destinos son distintos y abordan trenes con sentidos paralelos, pero a fin de cuentas, desplazados sobre distintos durmientes.

Por las noches, nos arropamos con el arquetipo, procuramos proveernos de calor cubriéndonos con telas y nos abandonamos en nosotros mismos. Entonces comienza la realidad, que es la misma que la farsa. El tiempo toma su justa dimensión ubicua, no hay lugar para las matemáticas bajo las sabanas (independientemente de que hay quien las tiene por amantes). El yo viejo, el yo niño, el yo anciano, el yo hombre en la actualidad coinciden en la misma fiesta de disfraces en la que todos estamos desnudos. Los sentimientos definidos y nombrados se difuminan entre ideas que no terminan cuando ya se han convertido en ilusiones. En ocasiones, incluso ahí, en el mundo desprovisto del ello, donde una mujer de cuerpo sensual juguetea con otra mucho más joven y erótica, con lúdicos movimientos tales que dificultan saber a cuál de las dos pertenece la oz y a cuál de las dos la vasija de agua que se rocían una a la otra, incluso ahí, donde la conciencia esta embriagada de una extraña mezcla de miedos y placeres, incluso ahí, el fin está presente.

La frontera onírica esta imbuida en un complejo proceso diplomático. La embajada de la vigilia se ha dado cuenta mediante un estudio encargado a una consultora externa, de que todos sus funcionarios han renunciado hace cientos de años (parece ser que por culpa de un tal Federico). Nadie se ha dado cuenta, aunque miles de escritores ya lo han hecho. Todos siguen solicitando pasaporte y visa para uno y otro de los dos únicos países del continente del pensamiento. Y somos arrojados nuevamente, siempre los seres humanos terminamos por ser arrojados. El arquetipo nos arroja, las telas son olvidadas en la cama y somos durante el día, desplazados de nuestra verdadera nación que es el sueño. Migrantes de nosotros mismos.

Lo único que tenemos es el espíritu, e incluso a él habremos de renunciar, cada sol con el que nos encontramos nos recuerda que el sol anterior ya no existe, cada sol es una metáfora de nosotros mismos, toda la energía que emana desaparece y aun así, ahí continua, para que los hijos de tus hijos lo puedan ver, para que recuerdes que los abuelos de tus abuelos lo vieron también. La intensidad del incendio interno habrá de ser extinguida, Prometeo no le robo el fuego a los dioses, sino que lo saco de sus propias entrañas, aquellos temerosos de sí mismos, siempre inventando a otros para culparlos de todo, decidieron inmiscuir deidades en un proceso del yo para el yo por el yo.

Si mi fuego interno habrá de consumirse

Si el fin me mira constantemente

Si he de desvanecerme

A cada instante

No tratare de sofocar mi propio fuego

No escatimare recursos

E incendiaré cuanto tenga a la mano

Para mantenerme ardiendo

Y si somos un incendio, un incendio condenado a extinguirse, un incendio arrojado al frio, un incendio desnudo, un incendio que ha de buscarse su propio combustible día a día, varias veces cada día. ¿No les parece una hermosa paradoja la ducha diaria? la belleza del ser humano radica en que es un incendio capaz de bajar a las profundidades del coral, si nos aseguramos el aire necesario para no apagar el fuego, podemos dejarnos en lo profundo del mar.

Sangre. Piel. Pupilas. Aroma. Besos. Venas. Neuronas. Labios. Ideas. Lenguaje. Mentiras. Deseos. Fin. Complicidad. Cuerpo. Voz. Principio. Boca. Mirada. Tacto. Oído. Ternura. Injuria. Rojo. Sonido. Artefacto. Explosión. Estructura. Implosión. Esperanza. Abandono. Encuentro. Pulso. Espejo. Contradicción. Dicción. Fricción. Ficción. Fusión. Si…

Lunar extraviado buscando su posición correcta en el cuerpo, cuerpo extraviado buscando su posición correcta en el espejo, posición que por equivocación se ha encontrado al final del cuerpo de este texto.

Terminación. Fin. Termino. Ultimo. Todo plazo se cumple. Todo lo que imagino sucederá en algún momento, muy probablemente cuando el concepto de yo haya perdido todo fin.

Sinfonía Delirante

La sangre circula por los dedos más lento de lo habitual. Tengo que buscar la libreta donde apunte las grandes ideas, que abrían de ser plasmadas, la próxima vez que me encontrase frente a ti. Tome la libreta y se deshizo antes de que la tomase. Supongo que las grandes ideas han quedado extraviadas en mi inconsciente. Me gustaría que ese fuese el tema de esta función. Sin embargo es imposible. El tema será el mismo: tú inconsciente.

Y te pregunto: ¿Dónde podría adquirir un poco de coherencia? Estaría dispuesto a pagar grandes cantidades si fuese necesario.

Me contestas que miento, que la coherencia nunca ha sido de mi interés.

Tienes razón, me has descubierto.

¿Qué haces aquí entonces? Porque dejas que la luz del monitor dañe tu retina, solo para leer incongruencias. Acaso crees que puedes bailar tango con la deconstrucción y al mismo tiempo, llorar tus perdidas, mientras la música sube exponencialmente el volumen y la armonía del violín te recuerda tu infancia. Tal vez todo esto sea un extraño juego de algún amante tuyo, que ha fallecido y al que probablemente no conociste, que probablemente tampoco te conoció.

Hay un signo esperando afuera. La temperatura ha bajado considerablemente, la cultura está en crisis, siempre lo ha estado, desde el primer día. Bienvenido a este mitin político. No creímos que usted fuese a asistir a este funeral. Es un varón, peso Cuatro kilos ochocientos gramos, seguramente uno de sus pecados será la gula. El signo tiene las manos heladas, decide marcharse y se queda esperando, pero ahora que se ha ido y permanece allí, le ha desaparecido el frio.

Siempre pensé que era la soberbia, pero a últimas fechas nada lograba saciarme. Hasta hace unos momentos que decidí matarme y quede satisfecho, me di cuenta de que mi pecado seguía siendo la soberbia. Y te cuento mi historia, me quedo con antojo de mostrarte las anécdotas y decidimos de común acuerdo, que lo mejor será que en este texto no hablemos de nadie en particular.

¿Qué hago con la culpa? Fuimos juntos por la mañana a dar un largo paseo, le pedí que no me siguiera más y no hizo caso, la enterré junto al lago y aun así decidió seguirme. Me ha dicho que estará conmigo por algún tiempo, que se irá cuando yo quiera, le he pedido a gritos que lo hiciera y no lo ha hecho, tal vez si le gritara se iría…

La ira y yo, en ocasiones vamos juntos a toda velocidad en mi motocicleta, me he dado cuenta de que cada que piso el freno desparece y regresa con el movimiento de retorno del acelerador. Me parece un poco burdo hablar de vehículos en un texto, sin embrago he de aclarar que fue una sugerencia de la muerte.

Tenemos tantas conversaciones pendientes. Las invitaciones llevan siglos de retraso y lamentablemente algunas grandes charlas no encontraron su camino a la editorial, se han perdido para siempre. Probablemente sean fantasmas que rondan el imaginario colectivo. Tal vez las ideas de los escritores, cuyos textos han desaparecido, aun permanezcan aquí de alguna forma.

Lamento mucho si te ofendí, pero también pienso que es inevitable, hay tanta sangre en el espíritu. Estoy seguro que yo cuando era otro en la línea de mi descendencia directa, fui un despiadado asesino, un estrictamente disciplinado militar, que mataba obedeciendo órdenes, o eso hacía creer a los demás y en el fondo disfrutaba su tarea, un cruel bandido que quitaba vidas sin necesidad de pretexto, un romántico justiciero que dejaba sin aliento a quien lo merecía, un hombre que simplemente se vio en la situación. También estoy seguro que he pasado varis vidas sin muerte alguna. Y por favor que nadie se confunda, una idea como la reencarnación no tiene cabida en mi sazón.

Si tuvieras que morir de saturación, qué escogerías para ser objeto de tu fin. ¿Filosofía o Poesía? … Por favor que pregunta más tonta… Me ha encantado la disyuntiva.

A diferencia del lenguaje significado, la música si puede tener múltiples voces simultáneas y no solo no perder sentido, sino que desprovista del mismo, llegar mucho más profundo, a crear la imagen mental multidimensional imposible de transmitir. Es solo que la música se acerca más que nada, pues ella en sí, es tan nada, tan sólidamente efímera.

La intimidad de la musicalidad con la imagen del pensamiento. La sangre ha tomado su ritmo habitual entre mis dedos. La relación armónica con lo inteligible se esconde en un cuarto de hotel. No sabemos quién es la puta de quien. Tal vez ambos conceptos se estén engañando sin saberlo. El analista desde su diván, piensa en su propia tragedia, pero acierta cuando se transforma en un espejo sonoro, que refleja la sinfonía delirante de aquel que solo tiene poco menos de una hora y una cuota por cubrir.